Nacer entre balas: la bióloga zapatista Tatiana Fiordelisio

Tatiana Fiordelisio es una científica e inventora incansable. Es zapatista y feminista. Desde hace años desarrolla un «biosensor» para detectar diversas enfermedades, desde el covid hasta la diabetes. Tatiana nació entre balas, mientras sus padres huían del golpe de Pinochet en Chile. Su historia en este podcast.

Nacer en medio de bombardeos y fusilamientos. Entre las balaceras desatadas por un golpe de Estado. El 11 de septiembre de 1973 el ejército chileno, a las órdenes del general Augusto Pinochet, derrocaba por las armas al presidente socialista Salvador Allende.

Un mes después del golpe militar nacía Tatiana Fiordelisio Coll, hija de la mexicana Tatiana Coll y del brasileño Agostinho Fiordelisio. La familia se había refugiado en la embajada argentina, en donde Tatiana Coll tuvo sus primeras contracciones. 

En este pódcast, la historia de esa niña, Tatiana Fiordelisio, una bióloga de mirada zapatista formada en la Facultad de Ciencias de la UNAM. 

A fines de 2019, el mundo entraba en la incertidumbre por un nuevo coronavirus. Esa niña nacida entre balas, ahora una investigadora de la UNAM, Tatiana Fiordelisio, se puso manos a la obra, reunió a un equipo de expertos de diversas disciplinas y, en unos meses, inventó una prueba barata para detectar covid-19. Corriente Alterna contó la historia aquí. 

El “biosensor” de Tatiana Fiordelisio tenía un costo por prueba de unos 200 pesos y daba resultados en 45 minutos. Su confiabilidad era de 80 por ciento respecto de las pruebas PCR, que eran mucho más caras y requerían un análisis de laboratorio.

Sin embargo, la innovación técnica se enfrentó a la burocracia mexicana, como lo narró la científica a Corriente Alterna. Las autoridades sanitarias, saturadas por la pandemia, nunca autorizaron el uso masivo de este invento hecho en Ciudad Universitaria. 

Tatiana Fiordelisio, heredera de una genealogía de mujeres y hombres revolucionarios de Rusia, España, Brasil y México, no se arredra. El biosensor tiene más aplicaciones: podrá detectar diabetes, problemas de tiroides y enfermedades virales como influenza y Zika, además de covid-19. Su anhelo: que las comunidades indígenas y rurales, sin acceso a hospitales, tengan una herramienta de diagnóstico confiable y barato para distintas enfermedades: una aplicación de la ciencia con mirada zapatista. 

Foto de Eunice Adorno / Corriente Alterna.

A la manera zapatista

Tatiana Fiordelisio es una científica con perspectiva zapatista. El 27 de diciembre de 2016 participó en el primer encuentro ConCiencias por la humanidad, convocado por el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN). En el “Cideci”, como se conocía al Centro Indígena de Capacitación Integral en San Cristóbal de Las Casas, Fiordelisio sintetizó la historia de la ciencia desde una visión marxista. Citó, no a Karl Marx, sino a Karla Marx, como llaman los zapatistas al filósofo alemán; y criticó que el capital y la minoría que lo controla se ha apropiado de la ciencia para su beneficio. 

Cada vez hay menos inversión para investigación. Los investigadores están inmersos en un sistema de puntitos que miden la productividad y que te dan valor según la revista en la que publicas. La ciencia, dijo Fiordelisio, se parcializa y se convierte en una maquila, en la que el investigador no tiene ni voz ni voto en el ensamblaje final. Los científicos han pasado de la proletarización a la precarización.

“Debo decir que este pensamiento –para los que hacemos ciencia y creemos que hay que cambiar al mundo y creemos en el zapatismo– sólo nos hace sentir mal, muy mal”. 

A pesar de eso, para Fiordelisio, “la ciencia es valiosa por ser una herramienta para transformar el mundo, es clave para la inteligencia de este colectivo humano, su enriquecimiento, disciplina y liberación”. 

Las comunidades indígenas zapatistas, la autonomía y el nuevo mundo que cada día construyen, “¿no es ciencia pura su resistencia creadora?” Y propuso una metáfora: ver a la ciencia como una balsa, un vehículo para generar certezas y posibilidades, que dé respuesta a los problemas sociales, “a la manera zapatista, para abrir ventanas, dar opciones”. 

“Debemos intentar construir espacios cotidianos donde la ciencia se ejerza de manera zapatista, donde enseñemos a nuestros alumnos, a nuestros compañeros de trabajo que en el día a día de nuestro quehacer podemos y debemos construir horizontal y colectivamente, debemos recuperar nuestra esencia para ser una balsa”. 

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